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Son múltiples las maneras en que Jesús se hace presente en su Iglesia. Lo hallamos en su Palabra, en la oración de los fieles, en el prójimo, en los sacramentos y en la persona del mismo sacerdote. Pero, sobre todo, está presente bajo las especies eucarísticas.

Después de la consagración, la hostia es el verdadero Cuerpo de nuestro Señor Jesucristo bajo las especies del pan. Del mismo modo, en el cáliz está la verdadera Sangre de nuestro Señor bajo las especies del vino. 

Este admirable milagro que sucede en cada misa, lo celebramos con especial devoción en la solemnidad de Corpus Christi.

¡Acudamos con fe a la misa dominical!
Sábado 10 de junio: 19:30 hrs.
Domingo 11 de junio: 10:30, 12:00, 13:15, 19:00 y 20:00 hrs.

Esta fiesta halla su origen en un milagro eucarístico, sucesos prodigiosos con los cuales el cielo confirma una realidad oculta a nuestros ojos. A continuación te compartimos uno de estos maravillosos acontecimientos:

 

El Milagro Eucarístico de Moncada 

En España, en el año 1392, frente a las confusiones producidas por la elección de un antipapa, un sacerdote llegó al punto de dudar de la validez de su propia Ordenación sacerdotal. Este imploraba al Señor que le diese un signo para disipar sus dudas, y la respuesta llegó el día de Navidad. 

En aquella jornada participó en la Misa una mujer de la nobleza llamada Angela Alpicat, junto con su hija de cinco años, Inés (la futura Santa Inés de Moncada). Concluida la Santa Misa, la niña se negaba a salir de la iglesia diciendo a la mamá que quería quedarse para jugar con el niño maravilloso que el párroco había tenido entre sus manos durante la consagración.  Conoce más de este acontecimiento AQUÍ. 

 

Fuente: Los Milagros Eucarísticos en el Mundo - Exposición diseñada y creada por Carlo Acutis